Nuestro Carisma
Congregación de las Religiosas de Santa Marta
Santa Marta nació en Betania, un pueblo a las afueras de Jerusalén, hermana de María y Lázaro. Fue una mujer muy acogedora, servicial y hospitalaria, en su casa siempre había una habitación lista y arreglada para Jesús, por este trato que tenían con él. Él les tenía un gran cariño.
Famosa es la escena que cuenta un día en que Jesús fue a la casa de Marta:
“Marta corría de un lado a otro preparando alimentos, arreglando habitaciones, llevando refrescos para los sedientos viajeros. Jesús aprovechando esos momentos de descanso comenzó a dar sabias instrucciones a sus discípulos. Oír a Cristo es lo más bello que pueda existir. Él estaba sentado en un sillón y los demás sentados en el suelo lo escuchaban atentamente. Y allí, en medio de todos estaba sentada María, la hermana de Marta, extasiada oyendo las enseñanzas de Jesús. De pronto.
Marta, se detuvo en su quehacer, se acercó a Jesús y le dijo con confianza: Señor, ¿Cómo te parece que mi hermana me haya dejado sola con todo lo que hay que hacer en el hogar? ¿Por qué no le dices que venga ayudarme?
Jesús sonrió suavemente, y con tono bondadoso le responde: Marta, Marta te afanas y preocupas por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor parte y esta no le será negada.
Marta comprendió lo que el Señor le quiso decir, y arremangándose el delantal se sentó en el suelo para escuchar igual que el resto las palabras de Jesús. Y así aprendió que lo material no es importante si se tiene la oportunidad de escuchar un momento la palabra que viene del cielo y aprender a conseguir la eterna salvación”.
Otra historia contada en el Evangelio de San Juan, en el capítulo 11, cuenta que cierto día Lázaro enfermó gravemente y comenzó a dar señales de que moriría pronto. En ese entonces Jesús se encontraba lejos, y las dos hermanas mandaron a un empleado para que le diera este mensaje: Señor, aquel que tú amas, está enfermo. Jesús no se movió, y dijo a sus apóstoles:”Nuestro amigo Lázaro ha muerto y me alegro que haya sucedido sin haber estado yo allí porque ahora van a creer”. A los cuatro días de haber muerto Lázaro, Jesús se dispuso a viajar a Betania, la casa estaba llena de amigos y conocidos que habían llegado a dar el pésame a las dos hermanas.
Tomás Reggio nace en Génova el 9 de Enero de 1.818. Hijo de los Marqueses Santiago y Ángela Mª Pareto, fue bautizado al día siguiente de nacer en San Lorenzo.
A los 20 años, luego de obtejer el Bachillerato en Jurisprudencia, interrumpe sus estudios Jurídicos para consagrar su vida al servicio del Señor; siendo ordenado sacerdote el 18 de Septiembre de 1.841.
Después de graduarse en Teología, consigue un doctorado y es inscrito en el Colegio de Doctores en la Universidad de Génova, ciudad en la que desempeña la labor e vice-rector del Seminario.
De ahí en adelante, comienza su trabajo incesante en pro de la difución de la fe Católica.
Entre sus obras destacan:
Participa en la fundación del primer diario católico italiano “El Católico de Génova” del que sería director.
Abad de la Basílica de Santa María Asunta de Carignano, siendo guía espiritual de asociaciones culturales y de caridad.
Dirige la “Doctrina nocturna” en la Iglesia Madre de Dios, donde asiste a los marginados que se avergonzaban de ir a la Iglesia.
Es ordenado Obispo de Ventimiglia (1.877), atendiendo a la formación del clero y los laicos y crea instituciones para los más pobres.
El 15 de Octubre de 1.878 funda las “Religiosas de Santa Marta”.
Crea orfanatos en San Remo (niños) y en Ventimiglia (niñas).
En 1.892 se le confiere la “Cruz de los Caballeros de los Santos Mauricio y Lázaro” por el Gobierno Italiano en reconocimiento a su labor.
En Julio de 1.892 es nombrado Arzobispo de Génova y en diciembre erige la diócesis de Chiavari.
Instituye la Oficina de Asuntos Eclesiásticos: abogados empeñados en la tutela de los derechos de la Iglesia.
Después de estas y muchas otras obras, Monseñor Reggio fallece a la edad de 83 años en Trianda el 22 de Noviembre de 1901. Sus últimas palabras fueron “Dios solo, Dios solo me basta, se haga en todo la voluntad de Dios”.
Su proceso de beatificación comenzará y verá frutos tras la abundante documentación sobre las “gracias” obtenidas a través de su intervención. El 18 de Diciembre de 1.997 el Santo Padre Juan Pablo II firma el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes. Con este documento la Iglesia proclama a Monseñor Reggio “Venerable”.
El 21 de Diciembre de 1.998 el Santo Padre firma el Decreto que reconoce el milagro obtenido por intercesión de Tomás Reggio, siendo proclamado “Beato” en la plaza de San Pedro en Roma el 03 de Septiembre del 2000.
La Congregación de las Religiosas de Santa Marta llegó a Chile, gracias a la intuición profética de monseñor Manuel Larraín Errázuriz, Obispo de Talca, quien en 1947 viajó a Roma y entre sus empeños estaba el de buscar una Congregación de religiosas para una escuela y un policlínico en la población oriente de Talca. Él tenía claro, ya en ese entonces, un concepto que hoy es aceptado universalmente: la educación eleva el nivel de la vida humana, espiritual y cultural de u pueblo.
Conoció la Congregación en forma providencial, pues cruzando un día la plaza de San Pedro, le llamó la atención un grupo de niños guiados por una Religiosa, se acercó le hizo algunas preguntas y siguió su camino. Grande fue su sorpresa cuando su amigo el entonces, Mons. Juan Bautista Montini, más tarde Pontífice de la Iglesia, Paulo VI, lo aconsejó de conversar con la Madre Ignacia Ongaro, Superiora General de la Congregación de las Religiosas de Santa Marta ¡Las mismas religiosas que había encontrado en la plaza de San Pedro!
El espíritu misionero de Madre Ignacia, su generosidad, valentía e intrepidez, la llevaron a abrazar sin reparos la causa de Mons. Larraín, segura de responder a un llamado que Dios hacía a la Congregación y de continuar con el espíritu querido por su fundador Mons. Tomás Reggio, el cuál quería que sus religiosas estuviesen “abiertas a las múltiples necesidades de la iglesia universal…”.
El 4 de Junio de 1948, llegó al Puerto de Valparaíso un barco procedente de Génova – Italia. Ese día pisaron tierra chilena por primera vez las religiosas de Santa Marta, eran ocho, las esperaba Mons. Manuel Larraín, quien el día 12 viajó con ellas a Talca. Allí comenzaron con fervor su obra que fue visiblemente bendecida por el Señor, rápidamente la misión creció y se extendió a otros lugares del país. En la actualidad la Congregación cuenta con once colegios y dos policlínicos en Chile repartidos desde el Norte hasta el Sur. Un Liceo Técnico Profesional y un Policlínico en Talca, un Instituto Comercial y un Policlínico en Curicó, 5 Liceos Científico Humanistas en las ciudades de Osorno, Valparaíso Coquimbo, Vallenar y Quinta de Tilcoco, 2 Escuelas de Educación General Básica, La Unión y Valdivia. Además, las hermanas atienden en Santiago una Casa de Ancianos y trabajan en catequesis parroquial en Pica. En todas partes ellas desarrollaron una amplia labor catequística, educativa y asistencial sirviendo con la fe de Santa Marta a Cristo en los hermanos.
Además, en Santiago se encuentra la Casa de la Delegación de la Congregación para LatinoAmérica y la casa de formación para las jóvenes que se consagran a Dios.
El Señor, en su infinita bondad, ha favorecido a la Congregación con abundantes vocaciones chilenas y así como los dones de Dios son gratuitos, así también la Congregación en Chile a sentido la necesidad de extenderse con misiones apostólicas en Argentina, Brasil y México. Las hermanas atienden en la Providencia de Buenos Aires algunas obras apostólicas como la catequesis en un Liceo de la capital trasandina, una Casa de Acogida, un Centro de Salud, y la catequesis parroquial en la localidad de Derqui. En Paraná – Brasil, atienden un Hospital, una Escuela Básica y la Catequesis Parroquial en la ciudad de Ibiporá, mientras que en Mato Grosso – Brasil tienen un Hogar de Ancianos en la ciudad de Bonito, y en México ayudan en la pastoral parroquial de Tizimin en el estado de Yucatán.
La generosidad del Señor no se ha hecho esperar y desde hace algunos años a misión en Chile cuenta con vocaciones argentinas y brasileñas, que están respondiendo al llamado de Dios en la Congregación.
Por todas las maravillas que Dios ha hecho con las religiosas de Santa Marta, ellas celebran sus sesenta años de misión en América Latina elevando un Himno de Acción de Gracias, al Señor de la Vida y de la historia.
El 12 de junio de 1948, llegaron las primeras Religiosas de Santa Marta a Chile, localizándose en Talca. Las Religiosas fueron llamadas a desarrollar su labor apostólica al servicio de la educación católica por Monseñor Manuel Larraín, entonces Obispo de Talca. Desde ese entonces la Congregación se fue extendiendo a lo largo de todo nuestro país.
Años en que la Congregación llegó a distintas ciudades de Chile:
Ciudad | Año |
Talca | 1948 |
Curico | 1949 |
Quinta de Tilcoco | 1950 |
Vallenar | 1951 |
Coltauco | 1953 |
Santiago | 1954 |
Requínoa | 1955 |
Valparaiso | 1959 |
Osorno | 1961 |
Coquimbo | 1962 |
Valdivia | 1965 |